Chilenos  en  el  cine  sueco

Por Jaime Penela

La presencia de ”lo chileno” en el cine sueco no se reduce a la exitosa ”Snabba Cash” de Daniel Espinosa. La representación de “Chile y lo chileno” en la cinematografía nórdica es diversa y amplia. Directores, guionistas, actores de origen chileno han construido un obra en la que han dominado los tópicos relacionados con la criminalidad y lo políticamente comprometido.

Los chilenos en Suecia son más de 50 mil y la mayoría han encontrado en este país buenas condiciones para su desarrollo personal y social. Chilenos realizados se encuentran en todos los ámbitos de la sociedad, especialmente en el campo de las artes, la cultura, la empresa, los negocios, etc. Pero la representación de lo chileno en el cine se ha concentrado en los personajes extremos, en los ”seres malditos” con experiencias de vidas conflictivas. La gente normal no vende!

Así como la imagen del Che Guevara es un icono planetario, Pinochet también. La famosa imagen del ex dictador en lentes oscuros, sentado, los brazos cruzados y “cara de perro” ha sido reproducida hasta el cansancio para simbolizar el despotismo del tirano. La imagen de Pinochet aparece en muchos videoclips y en la encuentras películas como “Fjorton suger”(2004), Filippa Frejd, como parte del decorado artístico de una casa de ricos.

La referencia a Pinochet en la película de Lukas Moodysson “Tillsammans” (2000) es magnifica, entrañable y tiene una gran carga simbólica. La escena nos muestra a dos niños cuyos padres hippies y vegetarianos les ha prohibido diversiones con connotación violenta. Sin embargo, ellos juegan clandestinamente a la guerra y uno de pequeños simula torturar a un prisionero con descargas eléctricas para intentar obligarlo a decir que le gusta Pinochet. De súbito “el torturado” se pone de pie y dice: “Ahora yo quiero ser Pinochet”.

“Mañana” de Manuel Concha, “Bastardos en el paraíso” de Luis vera y “El clavel negro” de Ulf Hultber son tres películas suecas que tienen en común que Chile, un chileno o lo chileno juegan un papel protagónico:

                                           

                                                      

“Mañana” (2009)


“Mañana” (2009) es la película debut de Manuel Concha. Se trata de una comedia romántica que contó con actores de la talla de Alexandra Dahlström (Fucking Åmal) y un secundario de lujo como Michael Segerström. “Mañana” es una película que entretiene con el humor de situaciones y diálogos livianos. 


Marco (Francisco Sobrado) vive en Malmö, tiene veinte anos, trabaja en una residencia de ancianos y se enamora de su nueva jefa Ewa ( Helena af Sandeberg) que tiene 32, un hijo de 10 anos, un padre entrometido y para colmo, es originaria de Estocolmo. Mattias (Christian Thulin) es el mejor amigo de Marco y después de varios años con Petra (Alexandra Dahlström) quiere poner fin a esta relación. Marco y Mattias tendrán que vivir estrambóticas situaciones para intentar cumplir sus objetivos. 



Un merito de “Mañana” es que su aparente falta de pretensiones es sólo aparente. En la película subyacen las contradicciones de los jóvenes suecos con padres de origen extranjero. El personaje de “Marco” es un joven encantador y atractivo que va despreocupado por la vida. Su principal conflicto, hasta que se enamora, es no comprender la mentalidad autoritaria de su padre chileno que le trata como a un niño. “Marco” vendría siendo la antítesis de Manuel González, el personaje protagónico en “Bastardos en el paraíso”

                                                      

“Bastardos en el paraíso” (2000)

Inspirada en la historia de Guillermo Márquez Jara, la película cuenta la historia de Manuel (Camilo Alanis) y su contexto familiar y social. Manuel, de padres chilenos exiliados, crece en un gueto de extranjeros con una madre cariñosa pero que no entiende nada de la sociedad en que vive y un padre que dedica todos sus esfuerzos a “hacer la revolución” mientras su propia familia se cae a pedazos.


Manuel tiene en su amiga (con ventaja) Lena (Lotta Karlge) un “cable a tierra” pero poco a poco perderá los lazos sociales elementales y se precipitará a una muy lamentable carrera de delincuente de poca monta. La trama de la película intenta hacernos empatizar con “Manuel” y que podamos llegar a entender que las condiciones ambientales en las que creció explican su comportamiento, allí radica el problema del film.

En “Bastados en el paraíso” su director Luis Vera trató de hacer algo así como “El Chacal de Nahueltoro” en Suecia y fracasó en el intento. Parece ser que el objetivo del guion era “victimizar” al personaje de Manuel pero no se logra en absoluto. En la película “Manuel” es coautor de cuatro asesinatos. El hecho real en el que está inspirado el film ocurrió el 4 de diciembre de 1994 en la puerta de la disco Sturecompagniet en Estocolmo. Guillermo Márquez Jara fue coautor de cuatro asesinatos y dejó veinte personas heridas, el motivo del crimen, venganza contra un guardia de seguridad que no le permitió el ingreso al local. El ano 2000 fue liberado Márquez Jara y se trasladó a Chile, donde según se dice, tiene un restaurante de comida sueca.

El clavel negro (2007)

Título original: Svarta nejlikan

Dirigida por Ulf Hultberg se rodó en Chile y narra la experiencia de vida del embajador de Suecia en Chile Harald Edelstam durante el golpe de estado de 1973. El film podría ser definido como un drama de denuncia política que profundiza sobre los gestos humanitarios en tiempos en que se requiere valor para enfrentarse a la sin razón de las armas.

Harald Edelstam viene siendo algo así como el “Schindler de los chilenos”. Gracias a su gestión se salvaron muchas vidas. El ex embajador es interpretado por Michael Nyqvist (conocido en todas partes por su protagónico en la serie Millenium) y la verdad sea dicha en esta película no tiene su mejor registro.

“El clavel negro” es una película recomendable pero le falta un “centavo para el peso”. No es una gran película, pero a los chilenos nos provoca emociones muy fuertes al ver reconstruida para el cine la escenografía de un hecho histórico triste y doloroso. La historia del embajador sueco Harald Edelstam confirma plenamente aquello de que en tiempos de crisis sale lo mejor y lo peor del ser humano y sin idealizar al personaje la película se encarga de mostrarlo.