”Yo sé que mis últimas palabras las diré en español”
Hace veinte años me mudé a Buenos Aires. Allí viví un tiempo portentoso. Descubrí a Redonditos de Ricota, Divididos, las librerias de calle Corrientes, los cafés de Palermo, Plaza Dorrego los sábados en la noche y Plaza Francia los domingos por la tarde. Descubrí el mayor tesoro literario en lengua castella, Jorge Luis Borges.
”Mi padre era un anarquista individualista”, dijo alguna vez el autor de El Apeph. Borges también fue un excéptico que trató de vivir en libertad y no rendir cuentas a nadie: ”Ni amo, ni esclavo”.
Recientemente la conocida guía Lonely Planet ha distinguido a Buenos Aires la tercera ciudad del mundo en su capacidad para producir inspiración artística, después de Edimburgo y San Petersburgo, en cuarto lugar quedó seleccionada Valparíso.
Borges y Buenos Aires son inseparables. Su literatura ha inspirado a varias generaciones y el paso del tiempo lo ha ido engrandeciendo. ”Yo sé que mis últimas palabras las diré en español”, y los usuarios del espanol agradecemos a Borges sus palabras.
En Estocolmo vive una periodista que lo entrevistó algunos meses antes de la muerte del autor. Lilian Fernández Hall publicó esa entrevista en 1985 con el título de ”El oráculo de Buenos Aires”. Allí Lilian incluye una interesante cita del crítico sueco Jonas Thente:
“En el caso de que Borges fuera el único escritor de nuestro tiempo al cual se leyera dentro de dos mil años —idea que no considero tan disparatada— se nos valoraría, a nosotros y a nuestra época, como mucho más interesantes de lo que realmente nos merecemos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario