06/11/10
Por Jaime Penela
Me permito una aclaración, es falso que la izquierda latinoamericana rechace que Mario Vargas Llosa haya obtenido el Premio Nobel de Literatura 2010. La izquierda latinoamericana más representativa y popular ha expresado públicamente respetos al autor, a pesar de las diferencias ideológicas o políticas. Sólo una mínima parte de la izquierda en América Latina ha rechazado este premio.
Como izquierdista comprometido y luchador de Derechos Humanos me permito aclarar que los demócratas en general y la izquierda en particular en nuestra América nos sentimos felices que la literatura de nuestras tierras es premiada y que la atención del mundo se dirige hacia nuestros valores culturales.
“Allí donde queman libros, terminan quemando personas”*
La imagen fue vista en todo el mundo: En 1973 militares chilenos alimentando hogueras de libros. Miles de libros y publicaciones fueron al fuego. Muchos recordaron la Alemania nazi del 10 de mayo de 1933, en Babelplatz los nacionalistas quemaron las obras de autores judíos y marxista.
En los oscuros días de la dictadura militar chilena circulaban ciertos chistes, cuentos o historias respecto de la ignorancia cultural de Pinochet y su régimen. Que en una oportunidad unos los militares han apresado una persona porque portaba un libro de cubismo, creyendo se trataba de Cuba.
También que Pinochet había declarado a un periodista español su gusto por los libros de los señores Ortega y por el señor Gasset. Recuerdo haber escuchado estas historias no confirmadas como ejemplo de la política de un régimen que se esforzaba por prohibir, perseguir, censurar a libros y escritores políticamente “peligrosos”.
También que Pinochet había declarado a un periodista español su gusto por los libros de los señores Ortega y por el señor Gasset. Recuerdo haber escuchado estas historias no confirmadas como ejemplo de la política de un régimen que se esforzaba por prohibir, perseguir, censurar a libros y escritores políticamente “peligrosos”.
Quemar libros, perseguir escritores y artistas siempre fue una las principales característica del pensamiento autoritario de militares y civiles de derecha en América Latina. No niego que hubo gente de izquierda u otros grupos políticos que también lo hicieron, como el caso del dictador peruano de izquierdas Velasco Alvarado que prohibió que se realizara en 1970 un concierto del músico Santana por considerarlo una influencia imperialista, pero perseguir la cultura y las ideas en América Latina fue una seña de identidad de los conservadores. La derecha no quería pueblos informados y cultos.
El dia 2 de julio de 1986 nunca podré olvidar. Una patrulla militar apresó a dos jóvenes en el barrio de Estación Central, Santiago de Chile. Ese día había sido convocada una protesta nacional. Los militares los golpearon y rociaron de combustible, luego les prendieron fuego. Carmen Gloria Quintana sobrevivió a las heridas con el 62 por ciento de su cuerpo quemado, pero el joven Rodrigo Rojas falleció producto de las heridas. De este modo se confirmaba la sentencia: “Allí donde queman libros terminan quemando personas”.
EL día 28 de marzo del ano 2006 un grupo de energúmenos en la ciudad argentina de Rosario, atacó con extrema violencia el bus en el que viajaba Mario Vargas Llosa, además de romper los cristales del bus el objetivo era, según las declaraciones de estos radicales, “quemar el bus con Vargas Llosa adentro”. Estos fascistas de izquierda no son representativos de la mayoría de la izquierda latinoamericana que defiende los valores como la tolerancia, la democracia y el respeto por las diferentes ideas. La izquierda latinoamericana, en su gran mayoría, respeta a Mario Vargas Llosa tanto como persona y como el magnifico escritor.
La prueba de aquello son las declaraciones de La Confederación General de Trabajadores del Perú ( CGTP), cuyo presidente Mario Huamán, ha señalado: “ el premio obtenido por Vargas Llosa es un justo reconocimiento a su carrera literaria y que las diferencias políticas no son problemas para reconocer la riqueza de la obra literaria”.
El poeta argentino, símbolo de la lucha de Derechos Humanos, Juan Gelman ha senalado: “ Creo que es un premio muy bien otorgado. Uno puede no estar de acuerdo con las posiciones políticas, como yo no lo estoy, pero esas ocupan poco lugar en la obra de Vargas Llosa.
El 11 de enero de este ano 2010 fue inaugurado en Chile el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. Mario Vargas Llosa fue uno de los invitados de honor a este evento. A él se le reconoce una legitimidad en materia de Derechos Humanos. Se le reconocen “credenciales democráticas”.
Son cientos los mensajes de apoyo y felicitaciones que ha recibido Vargas Llosa de personalidades de izquierda en América Latina, entonces me permito aclaración: Los y las democrátas que creemos tanto en la justicia social como en la libertad del individuo estamos de fiesta. Latinoamérica está de fiesta.
*Cita del escritor Heinrich Heine.
*Cita del escritor Heinrich Heine.
Jaime Penela es periodista y comunicador social
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