jueves, 29 de noviembre de 2012




7 Cajas” del Paraguay
Por Jaime Penela

Hubo una época en que el cine de Latinoamérica era sinónimo de aburrido. Hasta la década de los noventa el único país en el que se podían ver ciclos y muestras de películas latinoamericanas era España, porque los latinoamericanos no miraban películas de otros países de la región y la razón fundamental era que se las consideraba lentas, aburridas y de mala calidad. El cine latinoamericano, con justicia o no, se había ganado la fama de técnicamente deficiente, con malos montajes y pésimo sonido, y además con la tendencia a contenidos políticamente militantes.

Todo eso es el pasado, desde la irrupción del llamado “Nuevo Cine Mexicano” con películas tales como “Amores Perros” (2000) de Alejandro González Iñarritu o “Y tu mamá también” (2001) de Alfonso Cuarón, la producción en “nuestra América” se ha ganado un posición nueva y expectante en la cinematografía mundial. La sección “Latin Vision” de la última versión del Festival de Cine de Estocolmo lo viene a confirmar. Según los organizadores del evento la presencia latinoamericana aumenta en cantidad y calidad

En la vigésima tercera edición del Festival de Cine de Estocolmo se han podido apreciar películas latinoamericanas magnificas como la paraguaya “7 Cajas”de los directores Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori. La película se ha transformado en un fenómeno de taquilla, la más vista en la historia de la cinematografía paraguaya. Tradicionalmente el cine paraguayo no ha sido conocido más allá de sus fronteras, pero “7 Cajas” también ha irrumpido a nivel internacional con un éxito de críticas sin precedente.

7 Cajas” narra las peripecias de Víctor, un joven de 18 años, que sueña con salir en televisión mientras trabaja alquilando su carretilla a los clientes en el Mercado 4, en el centro de Asunción. Un día cualquiera recibe un sospechoso encargo, trasladar siete misteriosas cajas a cambio de cien dólares. Víctor (Celso Franco) y su fiel amiga Liz, magníficamente interpretada por Lali González, deberán intentar llevar estas siete cajas sin contratiempos para obtener el dinero, sin embargo, la misión se irá complicando y dará lugar a persecuciones, peligros, malos entendidos para finalmente trasladarnos a un escenario criminal y policial.

La mayor parte de la película está interpretada en “jopara”, que es el habla que resulta de la mezcla de guaraní y español. Esto le da un aura de autenticidad que ha gustado mucho al público paraguayo. “7 Cajas” parece plasmar el concepto de “sociedad híbrida” del antropólogo argentino Néstor García Canclini, ya que toda la acción ocurre en un espacio cultural-simbólico dominado por lo urbano y lo mestizo.

“7 Cajas” es un thriller de acción “a la paraguaya” plagado de momentos de adrenalina, corridas, desconcierto, sorpresas y una buena dosis de humor. En un momento de la película encontramos un “discurso feminista” a cargo de la coprotagonista, lo que resulta un giro interesante en el argumento. Aunque no es un film de preocupación social, hay elementos de denuncia social que enriquecen la cinta.

Las ocho manzanas que comprenden el Mercado 4 de Asunción son el escenario en que se desarrolla la película y se puede decir que los realizadores han rendido un verdadero homenaje a la cultura popular y callejera de este mercado. La vertiginosa trama de la película transcurre en este universo que a ratos se convierte en la postal paraguaya, en la caricatura urbana de un país que por alguna extraña razón es el más desconocido de Sudamérica.

7 Cajas” en la polémica

La película más exitosa en la historia del cine de Paraguay no ha estado libre de polémica y controversia. El film ha revivido un debate últimamente recurrente en América Latina: Se puede o se debe permitir homenajes a personajes, vivos o muertos, que formaron parte de los aparatos represivos durante las pasadas dictaduras militares?

Familiares de personas detenidas y desaparecidas durante la dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay denunciaron que la película “7 Cajas” reivindicaba a un violador de derechos humanos. La controversia surgió debido a que en la película el actor que interpreta a un comisario de policía lleva en su uniforme el nombre de Blas Schémbori González, acusado por la Comisión de la Verdad y Justicia de represor.

Blas Schémbori fue un ex comisario de la policía y además papá de la codirectora del film, Tana Schémbori. Por iniciativa de ella se colocó su nombre en la película, una manera de homenajear a su padre, recientemente fallecido.

"Violeta se fue a los cielos"





"Violeta se fue a los cielos"

Con más de un año de retraso respecto de su estreno (en el 2011), se muestra en el Festival de Cine de Estocolmo la película “Violeta se fue a los cielos”, del realizador chileno Andrés Wood.
El film se presentó al público escandinavo bajo el título de “Jag vill tacka livet” (Gracias a la vida) - tema que hiciera ampliamente conocido la cantante finladesa Arja Saijonmaa - y a la luz de las primeras reacciones promete continuar su camino de éxito y reconocimiento internacional.
Por: Jaime Penela

“Violeta se fue a los cielos” llegó a Suecia precedida de muy buenas críticas y hasta ahora ha cosechado premios en México, España y Chile. A través de un relato fragmentado la cinta aborda la vida de la artista chilena Violeta Parra.
Andrés Wood es uno de los realizadores chilenos más activos, regulares y conocidos de la última década. Ha traspasado fronteras y recibido premios y reconocimiento internacional por algunas de sus películas anteriores, tales como “La fiebre del loco” (2001), “Machuca” (2005) o “La buena vida” (2008).

En “Violeta se fue a los cielos” Andrés Wood realizó una apuesta arriesgada al abordar la vida de un personaje que, junto con Pablo Neruda y Víctor Jara, son considerados entre las figuras más potentes de la cultura chilena. Porque Violeta Parra goza del respeto y la protección de todo el establishment cultural chileno y su figura ha sido elevada a los cielos, libre de crítica y cualquier reproche, sin embargo, en esta película se la humaniza, se la aterriza, se la presenta como un ser humano complejo y no exenta de contradicciones.

El riesgo que ha tomado Wood ha tenido un resultado satisfactorio porque la película en sus aspectos formales y estéticos, especialmente su fotografía, permite al espectador gozar y participar del universo del personaje. Es una película que con libertad se adentra en los conflictos más íntimos de una artista tremenda y al mismo tiempo genera emociones hermosas en torno a su figura, su obra y a su voz.

El rol protagónico en "Violeta se fue a los cielos” recayó en Francisca Gavilán, una actriz chilena que viene del teatro, y que sin duda alguna es gran parte de la película. Gavilán trabajó diez meses para construir el personaje y el esfuerzo valió la pena. La música del film es interpretada por la actriz de manera notable.

Además del retrato familiar, la narrativa visual de la película nos introduce en los motivos de inspiración más sensibles de la Violeta artística plástica y su conexión indestructible con su lugar de origen, los sonidos de la tierra y la profundidad de lo popular y lo auténtico. Quizás se echa de menos ese lado más político y comprometido de Violeta, pero en términos generales la película ha logrado transmitir a un público universal la esencia de la genial artista.