domingo, 15 de mayo de 2011

Latinamerikas öppna ådror eller Att skära upp handlederna i Latinamerika?

Las venas abiertas de América Latina o cortarse las venas en América Latina?

”Las venas abiertas de América Latina” , escrito en 1971 por Eduardo Galeano, fué un libro que influyó muchísimo en la cultura de izquierda latinoamericana a partir de la década del setenta. Fue una especie de ”biblia pop” en la sub-cultura de ”los revolucionarios”.

Galeano escribió un libro original en el sentido que se trataba de un híbrido de historia, sociología y política tornasolado de elementos pseudopoéticos para el consumo de un público convencido de antemano.

”Las venas abiertas...” ayudó a fortalecer las creencias de una generación de revolucionarios que durante el siglo pasado tenián claro tanto los objetivos como los métodos. Aunque desdenado en los ambientes más académicos por sus evidentes ”problemas metologicos”, el libro cobró popularidad entre ”los revolucionarios de verdad” que interpretaban América Latina a través de sus páginas.

Cuarenta anos después de la publicación de este best-sellers la discusión sobre las premisas del libro (la riqueza del norte depende de la pobreza del sur) nos suenan a ingenuidad y nostalgia, sin embargo, todavía sobreviven culturas políticas que leen la realidad según el catesismo de la vieja izquierda latinoamericana.

Fascistas de izquierda: El caso de Latinamerikagrupperna

En Suecia existe una organización que trabaja con el tema de Latinoamérica desde una perspectiva que se podría denominar colonialismo de izquierda. La gente de esta organización, a la que pertenecí en algún momento, en su mayoría son personas de buenas intenciones, pero que carecen del más elemental conocimiento de la realidad latinoamericana actual. También hay entre ellos una minoría cuya conducta responde a lo que francamente podemos denominar: ”fascista de izquierda”.

El problema no es el discurso maniqueista de Latinamerikagrupperna. La gente tiene derecho a leer la realidad como quiera y si esta organización cree que en ”nuestra América”, como decía Martí, la realidad es blanco y negro es asunto de ellos y no pasa nada.

Latinamerikagrupperna vende la imagen de un continente en que sus ciudadanos son pobladores rurales, campesinos e indígenas, que se organizan y preparan sus fuerzas para enfrentar alas fuerzas del mal, representadas por los capitalistas. En esa Latinoamérica folklorizada, ellos, los europeos buenos nos ayudaran a liberarnos, tack!

Hace un par de anos  Latinamerikagrupperna invitó a un grupo de indígenas de Ecuador a Suecia. Después de dos semanas un grupo de ellos cometieron un acto ilegal que no tenía nada que ver con política, sólo fue un acto para sacar provecho económico. Los que trabajamos con ellos en este ”intercambio” nos sentimos enganados por el mal uso del dinero público ocurrido en el caso. La respuesta de Latinamerikagrupperna fue la censura y la prohibición para hablar del tema. De hecho según tengo entendido la situación fue ocultada a las autoridades competentes.

Por plantear preguntas sobre situaciones anómalas en Latinamerikagrupperna fuí objeto de una campana de mobbing y acoso organizada por la vice presidenta Carmen Blanco. A esto me refiero cuando uso la expresión fascista de izquierda. Para obtener sus objetivos utilizan los mismos métodos espurios que critican a la derecha.

Latinoamérica actual dista mucho de la que imaginó Eduardo Galeano en ”Las venas abiertas...”. Para bien y para mal los hechos históricos tomaron un rumbo impensado hace cuarenta anos.

Hoy  los que plantemos reformar el sistema desde métodos democráticos parecemos extranos seres de otro mundo. La derrota ideológica de la izquierda es evidente y resistir las políticas en extremo liberal parece un imperativo moral.

Todavía hay sectores de la izquierda más ortodoxa y conservadores que se abrazan a los viejos discursos y se cortan las venas en América Latina por la decadente dictadura cubana o por el populismo estilo Hugo Chávez. Mal negocio ya que pierden la poca credibilidad que les queda.

La metamorfosis económica, social, cultural y política que ha vivido Latinoamérica en los últimos 20 anos es una realidad irrefutable. Los ciudadanos del continente privilegian estabilidad política a revoluciones. Cambios democráticos e igualdad ante la ley, integración regional, reformas modernizadoras, globalización y políticas exportadoras.

Hacer política desde la izquierda en Latinoamerica actual requiere necesariamente recuperar la credibilidad ciudadana. Exige fundar una nueva cultura política que rechaze la violencia política, la corrupción, el oportunismo político y la visión autoritaria.

“El fascismo de izquierda nunca hizo su duelo” senalaba hace poco el filósofo alemán Peter Sloterdijk. Quizás la izquierda latinoamericana debe superar en parte ese proceso todavía. El duelo necesario para superar el trauma de la derrota.











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