Por Jaime Penela
El asesinato del primer ministro sueco Olof Palme la fría noche del 28 de febrero de 1986 desató el mayor trauma político colectivo en la historia moderna de este rico país escandinavo. El crimen remeció a una sociedad desacostumbrada a sucesos de violencia política y muchos estiman que esta trágica fecha marcó el fin de la Suecia naiv.
Palme (2012) dirigido por Kristina Lindström y Maud Nycander es un documental de 103 minutos que narra la historia del hombre y del político hasta el momento de su asesinato. La cinta logra articular una semblanza profunda del personaje.
El documental “Palme” nos ofrece una variada y diversa cantidad de opiniones sobre el ex primer ministro en la que se incluyen testimonios que van desde su familia hasta los más importantes líderes mundiales que marcaron la historia del siglo XX.
"Palme" atrae al espectador con escenas potentes e históricas de la vida política sueca. Podemos encontrar al líder democrático que contribuyó decisivamente al progreso material, espiritual y económico de una Suecia que llegó a ser el país más rico del mundo y de mejor calidad de vida, pero, también se muestra el lado menos amable de la conducción socialdemócrata.
Durante sus años en el poder Olof Palme gozó de una gran popularidad y prestigio mundial. Suecia se convirtió en un país modelo que representó una “tercera vía” al capitalismo y al comunismo, sin embargo, diversos escándalos salpicaron su régimen. Casos como el de espionaje a las actividades políticas de la extrema izquierda (IB affären) o el denominado “Geijer-affären” que le costó el puesto al ministro de justicia condenado por putero. El documental aborda estos temas para contribuir a dar una mirada analítica del tiempo de Palme.
La visita del ex primer ministro Palme a la Cuba de Fidel es una delicia de imágenes ridículas y absurdas con “niños robot” repitiendo las consignas oficiales y unas “expresiones y demostraciones populares” de cariño hacia Suecia que carecen de la elemental espontaneidad en un teatro político de cartón piedra.
Palme fue el hombre que abrió las puerta de Suecia al refugio político chileno y latinoamericano. El hombre que luchó activa y comprometidamente contra el Apartheid sudafricano. Palme fue el hombre que protestó contra la guerra de Vietnam, pero también contra los tanques rusos que aplastaron la Primavera de Praga. Su compromiso político le valió muchos enemigos. Su asesinato, hasta el día de hoy no resuelto, marcó un antes y un después en la historia de la Suecia moderna.